Por el Arq. Mauro Fernández, Consultor en Bienestar Cuántico El concepto de “pensamiento mágico”, se pierde en el horizonte y origen de los tiempos, con el hombre primitivo, que recurrió a él, como una alternativa para explicarse y lidiar con lo inexplicable y lo inmanejable, a su “leal saber y entender” en esos tiempos; que seguramente no es muy diferente -con toda proporción guardada en el grueso de la población- a nuestro “leal saber y entender” de las circunstancias que nos rodean actualmente.
Pues el pensamiento mágico sin percatarnos de ello, de una manera sutil, sigue rigiendo a la mayoría de las personas, en gran parte de sus acciones y decisiones cotidianas (por ejemplo el uso de: talismanes, horóscopos, ritos, religiones, mitologías, las supersticiones en general; y pueden también estar relacionada en algunos casos con enfermedades de la mente como por ejemplo la esquizofrenia, etc.) y que les ayuda a dar -de alguna manera-, sentido a su vida.
Podemos complementar su comprensión en forma más clara, con una definición objetiva de lo que es la magia: “Es el uso de una cierta ACCIÓN RITUAL para provocar la APARENTE intervención de una fuerza SOBRENATURAL con un propósito específico”. Esto sin olvidar que es importante hacer notar que desde el punto de vista ANTROPOLÓGICO, se ha encontrado que la magia y la religión, son diferentes estados evolutivos del mismo desarrollo cultural, es decir no existe una frontera definida entre una y otra, pues cuando la magia se tornó improductiva, se dio paso en el proceso, a la etapa de la religión.
El pensamiento mágico puede tener un rango de acción muy variable, que va desde esperar algún efecto estrictamente personal, hasta la intención de esperar un efecto para toda una comunidad entera (por ejemplo, la actitud de los aficionados en los partidos de futbol) y llevarnos hacia la falta de conciencia, irresponsabilidad y las utopías.
Es fundamental como referencia muy importante, hacer notar el aspecto psicológico de la magia, tal como lo expresa en antropólogo Bronislaw Malinowsky, quien desarrolló una teoría en relación a la importancia psicológica de la magia, en la que indica que: “donde hay INCERTIDUMBRE sobre la posibilidad del éxito de los resultados de EVENTOS INCONTROLADOS, los actos mágicos reducen las ANSIEDADES implícitas, ampliando así el APARENTE rango de las HABILIDADES del individuo, para tratar y entenderse con el MEDIO AMBIENTE”.
En otras palabras, el enfoque CUÁNTICO-CAÓTICO nos hace comprender que los acontecimientos –al contrario del pensamiento mágico, que nos hace pensar que “controla” (aparentemente)- realmente están “regidos”, “gobernados” por fenómenos subyacentes aleatorios y azarosos, por lo mismo, NO CONTROLABLES por sí mismo ni por terceras personas, además que dan origen y causa a algo tan trascendental, y que coexisten como el libre albedrío y el determinismo.
Entenderlo y por tanto reducir frustraciones, es prioritario para acercarnos al BIENESTAR particular y comunitario, y no vivir dependientes del IMAGINARIO COLECTIVO.
En todo caso aprender a detectar e identificar nuestra “visión particular” para mediante el hecho de permitir a la intuición como capacidad natural, visualizar “EL HALLAZGO”, que derivará en las potenciales acciones a ejecutar aunque sin detalles, para posteriormente o derivado de ella, plasmar materialmente el futuro probable o la realidad trascendente.
Podemos concluir: el “pensamiento mágico” delega; “la visión” personal compromete.
Por lo que es recomendable transitar del “pensamiento mágico”, a la “visión” personalísima.
Imagen tomada del blogspot Cultura pagana, URL: http://4.bp.blogspot.com/_7C_KdLK6oew/S93OlhY-1DI/AAAAAAAAAL0/3gOyzmiIZxo/s320/6to+viaje+del+chaman.jpg
Artículo publicado en el periódico El Regional, del Estado de Morelos; el sabado 04 de junio de 2011. URL: http://www.elregional.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=17888:paradigma-emergente&catid=45:opinion&Itemid=65
